Leyenda los Loros Disfrazados

Leyenda los Loros Disfrazados
Autor de la Leyenda los Loros Disfrazados Cristina Rodríguez Lomba
Referencias Bibliográficas de la Leyenda los Loros DisfrazadosAnónimo: Los loros disfrazados (Leyenda Ecuatoriana) Librodot.com
LEYENDA LEYENDA-FABULA
Descripción del ambienteMontaña de Ecuador
Hola mis queridos seguidores, en ésta oportunidad, quiero dejarte una de los más hermosos mitos de la cultura ecuatoriana: La Leyenda los Loros Disfrazados, fascinante historia, que ha cautivado a través de generación en generación a grandes y chicos, para las que no los conocen, mira de qué se trata.
Lo que Vamos a Ver:
  1. Leyenda los Loros Disfrazados
    1. ¿Se dice: Leyenda o cuento los loros disfrazados?
  2. Leyenda los Loros Disfrazados Completa
  3. Historia Corta de la Leyenda los Loros Disfrazados
  4. Cuentos Cortos De Loros
  5. El Loro y la Cacatúa
  6. El Loro sin Memoria
  7. Personajes Principales y Secundarios en la Leyenda los Loros Disfrazados
    1. Personajes Secundarios en la Leyenda los Loros Disfrazados
    2. ¿De qué país es la Leyenda los Loros Disfrazados?
    3. ¿Qué valores pretende exaltar la leyenda de los Loros Disfrazados?
    4. ¿Quiénes eran realmente los loros disfrazados?
    5. ¿Cómo se llamaba los niños que se salvaron del diluvio en la Leyenda los Loros Disfrazados?
    6. ¿Qué aspecto tenían los guacamayos en la Leyenda los Loros Disfrazados?

Leyenda los Loros Disfrazados

La leyenda de los loros disfrazados, forman parte de idiosincrasia, popular y tradicional de las bellas leyendas ecuatorianas para niños. 

¿Se dice: Leyenda o cuento los loros disfrazados?

La Historia de los loros disfrazados es considerada una leyenda, pues  muchos de los detalles que allí se narran; están basados en hechos reales, así como otros que tienen su parte de fantasia. 

Donde de una forma u otra, los primeros pobladores, trataron de dar explicaciones a eventos y hechos que ocurrieron, haciendo uso de su fantasía y la imaginación.

La leyenda de los loros disfrazados, representan un excelente recurso didáctico, para enseñar, afianzar y ejercitar valores importantes como: La bondad, la solidaridad y el agradecimiento.

Leyenda los Loros Disfrazados Completa

Leyenda los Loros Disfrazados

Cuenta la Leyenda los Loros Disfrazados, que hace muchísimos años hubo un terrible diluvio que inundó las tierras de Ecuador.

Las aguas arrasaron campos y los poblados a su paso, obligando a las personas y a los animales a buscar refugio desesperadamente.

Según parece, en un valle vivían dos hermanos, un chico y una chica, de nombre Chonta y Pila, que al ver que la corriente les alcanzaba.

Corrieron a protegerse en la cima de una montaña. Allí, en las alturas, encontraron una cueva seca y confortable.

Que se convirtió en su improvisado refugio hasta que pasara el peligro.

Una vez dentro se acurrucaron para darse calor y contemplaron atónitos cómo los ríos de agua subían monte arriba a gran velocidad.

Más que ríos parecían largas y gigantescas serpientes reptando peligrosamente hacia la cumbre.

Sintieron verdadero pánico al ver que en cualquier momento el agua desbordada podía alcanzarlos.

Pero por suerte ¡la montaña era mágica! Como si tuviera vida propia, cuando el agua estaba a punto de rebasar la cueva, la cumbre se elevaba hacia el cielo.

Poniendo a salvo a los hermanos y por ende, dejaron de tener miedo.

Eso sí, tuvieron que enfrentarse a otro grave problema: a medida que pasaban las horas tenían más y más hambre.

Se encontraban en una cueva sobre el pico de una montaña altísima   rodeados de agua.

Lo cual suponía un inconveniente porque no había ningún lugar donde buscar alimento.

Aguantaron mucho tiempo sin probar bocado, y cuando estaban a punto de desfallecer, dejó de llover.

– ¡Mira, hermanita! Parece que las tormentas y las lluvias han llegado a su fin, pero todo a nuestro alrededor sigue inundado. A ver si bajan pronto las aguas y podemos volver a casa.

– Sí, pero mientras tanto ¿qué comeremos?… Llevamos varios días sin llevarnos nada a la boca y yo ya no aguanto más.

Su hermano la miró con tristeza y la abrazó, pues para eso no tenía solución.

– Lo siento, pero solo nos queda confiar en que el agua desaparezca rápido para poder bajar la montaña y buscar algo que comer.

Esa noche la pasaron como siempre arrimados el uno al otro para no pasar frío.

Al amanecer, un rayito de sol se coló por la cueva y despertó a la muchacha.

Abrió los ojos y su corazón empezó a latir con fuerza.

– ¡Hermano, hermano, mira esto!

El joven se sobresaltó.

– ¡Madre mía!… ¡Pellízcame por si todavía estoy soñando!

¡No se lo podían creer! Algún desconocido se había colado en la cueva mientras dormían.

Y había colocado un montón de platos rebosantes de apetitosa comida sobre un mantel fabricado con hojas.

Carne, mazorcas de maíz, fruta fresca… ¡Jamás habían imaginado poder darse semejante festín en esa horrible situación!

Leyenda los Loros Disfrazados

Se lanzaron sobre las viandas como lobos hambrientos y empezaron a devorarlas.

Comieron hasta que estuvieron a punto de reventar y después se tumbaron boca arriba, con las manos extendidas y una sonrisa de oreja a oreja.

– ¡Ha sido la mejor comida de mi vida, hermanita!

– ¡Ay, ¡qué rico estaba todo! Me pregunto quién la habrá traído…  ¿Tal vez alguien que nos vigila?

– No tengo ni idea ¡Todo esto es muy extraño!

– Sí, lo es. Esta noche nos quedaremos despiertos por si vuelve y le daremos las gracias.

Esperaron impacientes a que terminara el día y la luna llena apareciera en lo alto del cielo.

Entonces se agazaparon tras una roca que había en la cueva y protegidos por la oscuridad.

Esperaron la visita del misterioso benefactor. De repente oyeron unos extraños ruiditos y de entre las sombras.

Surgieron cinco guacamayos disfrazados de humanos. ¡La visión fue impactante para ellos!

los loros disfrazados

¡Quienes les habían dejado la comida eran cinco loros que iban cubiertos con ropas de personas!…

¡Y volvían cargados con más alimentos! Estupefactos, salieron de su escondite para darles las gracias.

Leyenda los Loros Disfrazados

Pero cuando los tuvieron cerca, comenzaron a reírse ¡Tenían una pinta tan graciosa

Y estrambótica que era imposible aguantar las carcajadas!

– ¡Ja, ja, ja! ¡¿Pero qué hacen estos guacamayos vestidos así?!

– Sí… ¡Ja, ja, ja! ¡En mi vida he visto cosa igual!  Se ve que vienen de una fiesta de disfraces o algo así.

Al escuchar las burlas, los guacamayos se sintieron muy ofendidos.

Sin decir ni palabra se miraron a los ojos y se largaron volando en un abrir y cerrar de ojos.

Los chicos salieron disparados hacia la entrada de la cueva y comenzaron a gritar con lágrimas en los ojos.

– ¡Oh, no, no os vayáis por favor! ¡Sentimos mucho haberos disgustado!

– ¡Por favor, volved! Nos salvasteis la vida y os lo agradecemos muchísimo ¡Os lo suplico, perdonadnos!

Los guacamayos ya surcaban el cielo muy cerca de las nubes cuando el viento les llevó el llanto desconsolado de los hermanos.

No pudieron evitar sentir mucha pena por ellos y como eran animales de buen corazón.

Hicieron una pequeña pirueta en el aire y regresaron a la cueva de la montaña.

– ¡Gracias por volver, amigos! Hemos sido muy desconsiderados con vosotros y os prometemos que no volverá a suceder.

– Mi hermano tiene razón… ¡No volverá a suceder!

Los guacamayos se sintieron valorados y supieron perdonar. Desde entonces empezaron a acudir cada día a la cueva.

Siempre disfrazados de personas, cargados de comida que los chicos comieran con auténtico placer.

El tiempo fue pasando y el nivel del agua que lo cubría todo fue descendiendo poco a poco.

El sol, cada vez más brillante e intenso, ayudó a secar la tierra y a que el paisaje recuperara el esplendor de antaño.

Por fin, una mañana los dos hermanos descubrieron que los ríos habían vuelto a su cauce.

Y la ladera de la montaña volvía a estar a la vista ¡No quedaba ni rastro de la inundación!

Esperaron a que las aves fueran a visitarlos y el muchacho les anunció con emoción:

– Es hora de que regresemos a casa y reanudemos nuestra vida.

Os vamos a echar mucho de menos… ¡Sin vosotros no habríamos podido sobrevivir!

Su hermana también estaba conmovida.

– ¡Ojalá pudierais venir con nosotros al poblado, queridos guacamayos!

Se despidieron de los generosos animales con lágrimas en los ojos y comenzaron a descender la montaña donde tantos días habían pasado.

Caminaron unos minutos cuesta abajo y echaron la vista atrás con melancolía

¡Su sorpresa fue mayúscula cuando vieron que los cinco guacamayos les seguían como perritos falderos!

los loros disfrazados

El chico exclamó entusiasmado:

– Mira, hermana, se ha cumplido tu deseo… ¡Se vienen con nosotros!

Los dos continuaron felices con la pequeña comitiva detrás, y al llegar a su poblado ¡oh, sorpresa!…

Los guacamayos se transformaron en seres humanos de verdad

 ¡Sin duda, al igual que la montaña, ellos también eran seres mágicos!

Según cuenta esta antigua leyenda, los loritos eran en realidad dioses de la selva que, hartos de disfrazarse de personas.

Decidieron seguir a los hermanos al pueblo y adoptar forma humana de verdad para vivir entre hombres y mujeres de carne y hueso.

Y también cuenta la leyenda que se integraron muy bien con sus nuevos vecinos.

Formaron parejas y tuvieron hijos que heredaron la belleza y los poderes de sus antepasados, los hermosos guacamayos.

Si deseas descargar la leyenda completa, sólo pulsa sobre éste enlace 

Historia Corta de la Leyenda los Loros Disfrazados

Leyenda los Loros Disfrazados

Cuenta la leyenda que cuando aconteció el gran diluvio sobre la tierra, dos niños se salvaron un par de hermanos (varón y hembra), llamados Chonta y Pila, tras esconderse en una montaña.

Al principio sintieron muchísimo temor al ver como las aguas, subían con fuerza, casi que llegaba a la entrada de la misma.

Sin embargo, ellos se asombraban al ver como el agua, cuando alcanzaban su nivel más alto, a punto de entrar, la montaña se estiraba.

Alejándose de las aguas y poniendo a salvo la vida de los pequeños, entonces fue allí cuando entendieron que se trataba de una montaña mágica.

Pasados los días, como era de esperarse tuvieron hambre, recorrieron la cueva en busca de alimentos, pero nada, no había nada para saciar su hambre.

Muy tristemente, observaban como las aguas seguían muy crecidas, para descender en busca de comida y una mañana, cuando decidieron ir a recorrer las zonas donde el agua ya no estaba.

Se encontraron con una linda mesa hecha de piedra y con mantel de hojas, preparada con todo tipo de manjares.

Al ver esto, corrieron y comieron como locos hasta saciar su hambre, al terminar, se miraron uno al otro y se preguntaron ¿quién había sido que le había regalado tan rico menú?

Sin encontrar respuestas, todos los días conseguían los mismos manjares y fue cuando decidieron esconderse, tras unos árboles, para ver quién le regalaba esos ricos platillos.

Y así agradecerle por su bondad y fue entonces, como vieron que llegaron una pareja de guacamayos, de alegres y vivos colores, disfrazados de personas.

Leyenda los Loros Disfrazados

Al verlos, se sorprendieron tanto, que mientras se acercaban a ellos, las risas, carcajadas y burlas no dejaron de hacerse presente.

 Haciendo que los loros disfrazados, se enfadaran, se fueran y se llevaran toda la comida., los niños al ver esto, comenzaron a gritarle y a pedirle que le perdonara.

Ellos al escucharlo, se devolvieron, trayendo de retorno la comida, los niños se disculparon y ellos nuevamente siguieron alimentándolo a diario.

Transcurridos los días, los niños observaron, como la tierra se secó y decidieron volver a su pueblo, despidiéndose de los guacamayos, con mucha tristeza.

Pero cuál fue su sorpresa, que mientras descendían estos le seguían y mientras bajaban, se unían más y más loros; ellos muy felices, llegaron a su pueblo.

Pero, su alegría, se vio interrumpida al ver al pueblo que estaba sólo, vació, sin habitantes, lo cual, los llenó de mucha tristeza.

Mientras ellos estaban consternados, ocurrió ante sus ojos un milagro asombroso, todos los loros se transformaron en personas muy alegres y bellas, y el poblado volvió a ser como era antes.

Cuentos Cortos De Loros

Muchos cuentos de loros, han surgido tras ésta linda leyenda de los loros disfrazados, entre los que podemos nombrar:

Leyenda los Loros Disfrazados
Leyenda los Loros Disfrazados

El Loro y la Cacatúa

Cuenta una antigua leyenda que hace muchos años los loros y las cacatúas, se llevaban muy mal.

Nadie recordaba el motivo causante del conflicto, pero el caso es que no se podían ni ver.

Tan grave era el asunto que el líder de la gran familia de loros y el líder de la gran familia de cacatúas tomaron una decisión: dividir el territorio en dos.

De común acuerdo, la parte norte del bosque se la quedaron los loros y la parte sur las cacatúas.

Esto permitió que las riñas desaparecieron. Pasaron los días y un joven loro verde de nuca amarilla.

Decidió emprender un viaje para vivir aventuras, donde planeó cruzar el bosque hasta divisar la playa.

El problema era que para llegar a la costa tenía que atravesar la parte sur, sitio prohibido, pero al final, optó por correr el riesgo.

Salió de su hogar una cálida mañana de verano, justo después de amanecer, y recorrió volando su querido bosque norte.

Se dio cuenta de que había llegado a la frontera porque se topó con una gran valla, la cual, tenía un mensaje:

“ATENCIÓN LOROS: PROHIBIDO PASAR A LA ZONA SUR. RIESGO DE PRISIÓN”

Cartel que lo llenó de miedo, pensando, observó cómo era mediodía, entonces dijo para sí:

– Como ya es mediodía aprovecharé que todos los animales están comiendo, para volar lo más rápido posible y sin hacer ruido, pasar la zona sur.

Por lo cual, saltó la valla, pero una vez dentro, pensó que hacer la ruta volando le convertiría en un blanco fácil de detectar.

Lo más seguro era ir a pie y utilizar las plantas para camuflarse.

Con cautela, anduvo un buen rato sin ver a nadie, nada más que el sonido de sus pisadas sobre las crujientes hojas.

De repente, llegó a un riachuelo y decidió darse un chapuzón, pero sintió que alguien lo observaba. 

Era una linda  cacatúa galerita, la más hermosa que sus ojos no habían visto jamás y en ese momento quedó prendido de amor, sus miedos se le quitaron. 

Y fue entonces cuando ella le preguntó, por qué estaba dentro de su zona, a lo cual, el le respondió que deseaba ver el mar. 

Ella conmovida y muy enamorada, sabía que sus posibilidades eran nula sin su ayuda.

Entonces decidió llevarlo a una vieja fábrica de harina para disfrazarlo y hacerlo pasar como uno de ellos. 

Al principio, él se negó, pero entendiendo que era la única forma de poder atravesar la zona de las cacatúas, accedió. 

Entrando en la harina, como si se tratase de una piscina, observó como todas sus plumas se hicieron blancas, sólo faltaba el penacho.

Entonces la bella galerita, tomó de la laguna una hojas de nenúfares haciendo un tocado igual al de ella.

Una vez completo el atuendo, el joven se dispuso a seguir su camino muy triste, por dejar al amor de su vida.

Haciéndole prometer que lo esperará porque el vendría por ella, después de besarla tiernamente, empezó a colarse entre las cacatúas. 

Las cuales, jamás sospecharon de él, llegando por fin a su destino, observó después del muro el inmenso mar azul.

Cuando lo vio, su corazón empezó a latir a toda velocidad. Trepo a toda velocidad el muro y corrió a su tan anhelada playa.

Donde se zambulló como loco, dejando ver nuevamente sus lindas plumas verdes esmeralda 

Una vez limpio y seco buscó un lugar para resguardarse y pasar la noche.

Arrullado por el sonido de las olas reflexionó sobre lo afortunado que era por poder cumplir su sueño de viajar.

Pero su último pensamiento, el más emotivo y profundo antes quedarse dormido.

Fue para la linda y amorosa cacatúa que había cautivado su corazón.

El Loro sin Memoria

Víctor era un niño un poco tímido al que le daba miedo hablar delante de la gente. Fuera del colegio no tenía amigos.

Aunque él soñaba con tener un grupo de amigos con los que jugar y pasarlo bien, sobre todo en verano. 

Un día paseaba solo por la calle y hacía muchísimo calor, así que se sentó a descansar bajo la sombra de un árbol.

De pronto, escuchó un leve quejido y miró arriba. No podía creer lo que veía. Era un pequeño loro, muy bonito y con muchos colores.

Pero tenía muy mal aspecto. Parecía que llevaba bastante tiempo perdido y tenía mucha sed.

Apenas se sostenía sobre la rama de aquel árbol, así que no fue difícil cogerlo.

Víctor se llevó al loro corriendo a casa y le dio agua y algo de comida. El lorito revivió enseguida, sólo con beber agua.

En poco tiempo se hicieron muy amigos y Víctor no dejaba de contarle muchas cosas, así que el loro pronto comenzó a aprender y repetir las palabras que escuchaba.

Pero, el lorito tenía un problema y es que tenía muy poca memoria. Si alguien decía algo, él solo recordaba la primera palabra y la última.

Y ocurrió que una mañana la mamá de Víctor dijo: "Péinate con cuidado Víctor, o te quedarás calvo".

 Poco después, el papá de Víctor pasó cerca del loro y este le dijo: "Péinate calvo."

El papá se enfadó con el lorito, porque creyó que se burlaba de su problema de calvicie.

Otro día, mamá le dijo a Víctor: "Cuidado con esa silla que está muy vieja". Luego pasó cerca del lorito la abuelita de Víctor y el loro dijo: "Cuidado vieja".

La abuelita también se enfadó con el loro porque no le gustaba que la llamaran vieja y porque al decirle "cuidado", la abuelita se asustó y casi se cae.

Al día siguiente, el papá de Víctor revisaba las facturas de la casa y dijo:"¡Qué caro está todo! Llegaremos a fin de mes por los pelos."

 La hermana mayor de Víctor, muy coqueta, pasó cerca del loro. Había pasado horas peinándose para estar muy guapa para un baile, cuando el lorito le dijo:

"¡Qué pelos!" La hermana de Víctor se enfadó mucho con el loro por decir eso de su peinado y se fue a peinarse otra vez.

Otro día, después de encontrarse con el perro de la vecina, la mamá de Víctor dijo: “Qué perro más sucio. Seguro que tiene alguna pulga."

Pasó entonces por ahí la hermana pequeña de Víctor, que estaba muy contenta porque mamá le había dicho que estaba creciendo mucho.

El lorito le dijo: "Qué pulga." La hermanita de Víctor se enfadó también con el loro.

Como todos se enfadaban, pronto le pusieron de nombre Bocazas. Víctor era el único que entendía y quería a Bocazas.

Como en casa todos se enfadaban con él, Víctor comenzó a sacarlo a pasear. Un día fueron al parque y unos niños estaban jugando al fútbol.

A Víctor le apetecía mucho jugar con ellos al fútbol, pero como era muy tímido prefirió marcharse diciéndole a Bocazas:

"Eres un loro y no puedo jugar al fútbol contigo. Además, yo soy muy torpe." Entonces, Bocazas gritó: "Eres torpe."

El niño que tenía el balón en ese momento creyó que el loro le decía a él y todos los demás niños se empezaron a reír. 

Víctor pensó que, por culpa de la poca memoria de Bocazas, ahora se había metido en un lío con esos niños.

Pero no fue así, porque el niño que llevaba el balón también comenzó a reírse a carcajadas por lo que le había dicho el loro.

A esos niños, al igual que a Víctor, Bocazas les parecía un loro de lo más gracioso y simpático. 

Víctor y los niños se hicieron muy amigos gracias a Bocazas, que le ayudó a vencer su timidez y le dio confianza para ser él mismo.

Y Bocazas encontró unos amigos que se reían mucho y sabían aceptar las bromas y reírse de sí mismos de vez en cuando.

Personajes Principales y Secundarios en la Leyenda los Loros Disfrazados

Personajes Principales en la Leyenda los Loros Disfrazados

Chonta y Pila

Los niños sobrevivientes del gran diluvio.

Personajes Secundarios en la Leyenda los Loros Disfrazados

Los loros Disfrazados

Eran unas hermosas guacamayas, de lindos colores, que en su esencia eran dioses

Espero que esta tierna historia de Leyenda los Loros Disfrazados, haya sido de tú agrado y si quieres más, entra ya a nuestro blog y busca más leyendas como ésta

¿De qué país es la Leyenda los Loros Disfrazados?

De Ecuador

¿Qué valores pretende exaltar la leyenda de los Loros Disfrazados?

La bondad, la solidaridad y el agradecimiento.

¿Quiénes eran realmente los loros disfrazados?

Eran unos dioses.

¿Cómo se llamaba los niños que se salvaron del diluvio en la Leyenda los Loros Disfrazados?

Chonta y Pila

¿Qué aspecto tenían los guacamayos en la Leyenda los Loros Disfrazados?

En la Leyenda los Loros Disfrazados, eran unas hermosos guacamayos, de lindos colores, que en su esencia eran dioses

Si te ha gustado la Leyenda los Loros Disfrazados, no te pierdas, nuestras otros mitos y leyenda, presente en nuestra página. ¡No te la puedes perder!

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