Leyenda El Conejo de la Luna
- La Leyenda Del Conejo De La Luna de Fray Bernardino de Sahagún
- Continuación del Conejo de la Luna Cuento
- Leyenda Del Conejo De La Luna Para Niños
- Continuación El Conejo de la Luna Mito
- Leyendas Cortas De La Luna
-
Personajes de la Leyenda El Conejo de la Luna
La Leyenda Del Conejo De La Luna de Fray Bernardino de Sahagún
El cuento el conejo y la luna, se desarrolla de la siguiente manera:
En una reunión de dioses en Teotihuacán, en el momento en que la tierra, estaba desordenada, donde todo era tiniebla y desolación.
Discutían sobre quiénes serían los valientes que aceptaría sacrificarse y convertirse en la luz del mundo.
Entonces en un acto de valentía Tecuciztécatl, «El dios precioso, adornado y pretencioso», se adelantó y dijo: «Yo me haré cargo».
Al ver esto, los dioses asombrados y algo apesadumbrado, se preguntaban entre sí, “¿Quién será el otro?”
Reinó el silencio en aquel lugar y el ambiente se hizo tenso, todos temían dar el paso para aceptar el sacrificio, poniendo excusas irrelevantes y desesperadas.
Pero uno de ellos recordó, al dios Nanahuatzin, «El dios buboso, sarnoso», un dios muy retraído que no hablaba.
Entonces, lo persuadieron para que él fuera el que alumbrara al mundo, a lo que Nanahuatzin aceptó de buena gana y sin vacilación: «Obedeceré lo que me han mandado», dijo.
Inmediatamente hicieron una enorme hoguera en el lugar llamado Teotexcalli, «La casa del peñasco de los dioses», lugar considerado como «El hogar de lo divino».
Continuación del Conejo de la Luna Cuento
Con todos alrededor, en el Teotexcalli ardió el fuego por cuatro noches. Nanahuatzin y Tecuciztécatl se situaron frente al fuego, en medio de los demás dioses.
Y entonces estos últimos ordenaron: «¡Venga Tecuciztécatl! ¡Entra al fuego!», pero para sorpresa de todos Tecuciztécatl, se acobardó.
Por lo que todos, miraron a Nanahuatzin, el cual sin pensarlo, cerró los ojos y se lanzó a la hoguera. Comenzó a crujir en el fuego y fue cuando Tecuciztécatl también se arrojó.
Fue tal el resplandor que hizo Nanahuatzin que nadie lo podía mirar. Después de él y en el mismo lugar apareció Tecuciztécatl, igual de brillante.
Y los dioses se preguntaron: «¿Acaso está bien que vayan los dos a la par?» «¡No!», se contestaron.
En este momento uno de los dioses golpeó con un conejo a Tecuciztécatl, con lo que le suprimió el resplandor, quedando el conejo y la luna, como la vemos hasta ahora.
Leyenda Del Conejo De La Luna Para Niños
Un lindo y tierno cuento sobre la leyenda de la luna y el conejito, eran los creados por las familias mexicanas, para engrandecerá los conejos los cuales tienen gran admiración y simbología para ellos
Cuenta la leyenda el conejo y la luna, que un día el dios azteca Quetzalcóatl, una tarde muy linda, donde el sol resplandecía y los pájaros cantaban.
Quiso recorrer la tierra, pero al ver su aspecto de serpiente emplumada, lo que causaría sería un gran miedo en medio de los hombres.
Por lo cual, tomó su varita mágica y se cambió a un hombre común. Con su nuevo aspecto, comenzó su paseo por toda la tierra.
Estaba encantado con los bosques, los ríos, la naturaleza en todo su esplendor, que caminó durante todo el día, ya casi cayendo la noche, estaba cansado y hambriento.
Por lo cual, decidió, descansar, debajo de la falda de un lindo árbol y observó con regocijo la hermosa y casi anaranjada Luna.
Donde alrededor de ella, brillaban miles de estrellas que eclipsaban al mismísimo dios y decidió contemplar ese magno acontecimiento.
Mientras observa el firmamento, muy de prisa y temeroso, se le acercó un lindo y tierno peludito conejito, con una rica zanahoria entre sus patas. Por el cual el dios le preguntó:
Continuación El Conejo de la Luna Mito
– ¿Qué comes?- Dijo el dios al conejo.
– Como una deliciosa zanahoria que encontré por el camino. ¿Deseas que la comparta contigo?
– No gracias, no puedo quitarle su sustento a un ser vivo. Tal vez mi verdadero destino sea pasar hambre y desfallecer como consecuencia de ello y también de mi enorme sed.
– ¿Y por qué habría de pasar algo tan terrible si yo puedo ayudarte? – Replicó el conejo.
– Eres muy amable, conejito. Sigue tu camino y no te preocupes por mí. – Exclamó apesadumbrado y agotado el dios Quetzalcóatl.
– Solo soy un pequeño e insignificante conejo. No dudes en tomarme como tu alimento cuando creas que no puedes más. En la Tierra, todos debemos encontrar la manera de sobrevivir.
Al escuchar Quetzalcóatl estas lindas palabras, todo su ser se conmovió, por lo que lo acarició muy tiernamente.
Lo cargó y lo elevó tanto hacia el cielo, que la linda silueta del conejito quedó grabada en la gran luna.
Mientras Quetzalcóatl volvía a descender sus brazos con el conejo entre las manos, observaba el magnífico grabado que había quedado en el cielo.
La imagen del conejito quedaría para siempre en el firmamento, para que fuese recordada siglos y siglos por todos los hombres que habitaran la Tierra como premio por su bondad.
Seguidamente de éste acontecimiento, Quetzalcóatl se despidió del conejo, y agradeciéndole nuevamente su amabilidad, continuó su camino.
El pequeño conejito no podía creer lo que había visto. Aquel hombre tenía aspecto de humano, pero se comportaba con una grandeza fuera de lo normal.
Y con aquella reflexión observó anonadado el brillo de su silueta en la Luna durante mucho, mucho, tiempo. Y de esta manera nace la leyenda del conejo de la luna.
Leyendas Cortas De La Luna
A continuación te entregó una leyenda de la luna corta, extraída de la leyenda chinanteca el conejo de la luna, de Alfredo López Austin, disfrútala.
Entre los chinantecos, pueblo que vive en el estado de Oaxaca, se cuenta que Sol y Luna eran dos niños, hermano y hermana.
Los pequeños Sol y Luna mataron al águila de los brillantes ojos: Luna tomó el ojo derecho, que era de oro; Sol recogió el ojo izquierdo, que era de plata.
Tras mucho caminar, Luna sintió sed. Sol prometió decirle dónde había agua a condición de que cambiaran los ojos del águila.
Además, le impuso a su hermana la condición de que no bebiera el agua hasta que el Cura conejo bendijera el pozo.
Luna desobedeció y su hermano le golpeó el rostro con el Cura Conejo; a esto se debe que Luna tenga hoy la cara manchada.
LEYENDA EL CONEJO DE LA LUNA
Autor de la Leyenda El Conejo de la Luna
– Fray Bernardino de Sahagún
Alfredo López Austin Alfredo López Austin
Referencias Bibliográficas
Los Astros y los Cielos en el Pensamiento Cosmológico de los mexicanos. 1979. Paris, Francia.
Tipo de Leyenda
Mitológica
Descripción de los ambientes de la Leyenda El Conejo de la Luna
La tierra, sin lugar específico.
Personajes de la Leyenda El Conejo de la LunaPersonajes Principales de la Leyenda El Conejo de la Luna
Quetzalcóatl: el dios grande y bueno
Conejo: De hermosas cualidades y bondad, que decidió dar su vida para que el dios se alimentara
Me interesa conocer mitos fundacionales del viejo Anáhuac