El Silbón

El Silbón Historia

La leyenda del silbón, es un cuento mítico, propio del corazón del llano venezolano, específicamente del estado Portuguesa y parte de los estados Cojedes y Barinas.

El cuento del silbón, nació a mediados del siglo XIX, como una forma de control social, que la tradición creó para evitar las infidelidades de los hombres, según informe de algunos historiadores.

Las historias del silbón, nos narra, como un hijo, malcriado y maleducado,  ejecuta a su padre, por el simple hecho de no complacerlo, en cumplir sus deseos de querer comer “asadura”.

Por si no sabes, las asaduras, representan las vísceras del animal (hígado, corazón y bofe), en vista de ello, ampliando un poquito el motivo, nos cuenta la leyenda.

El Silbón Leyenda

Que el padre consentidor, se adentró a las profundidades de la llanura, a fin de cazar para su hijo, pero llegada la noche y viendo éste, que su padre no regresaba.

Decidió ir en su búsqueda, al verlo que tenía las manos vacías, le da muerte y le extirpa, las vísceras, que les lleva a su madre para que se las cocinara.

No sin antes meter los huesos del cadáver, en un pequeño saco, la madre al ver que estaban muy tierna, supo que se trataba de su padre, lo maldijo, al igual que su abuelo.

Y desde ese momento, el joven quedó condenado a vagar eternamente con un saco lleno de los huesos de su progenitor.

Convirtiéndose en el terror del llano, donde todos se espantan, cuando escuchan su característico silbido, que muchos los describen como las notas musicales do, re, mi, fa, sol, la, si.

Donde, el silbido, va de un tono grueso a uno más agudo, explicando los pobladores, que cuando se escucha el silbido cerca, no hay peligro latente, porque se encuentra lejos.

Pero, cuando se escucha lejos, ¡corre! porque está cerca. Siendo su confirmación de que está muy cerca y al asecho, el sonido típico del “crac – crac”, de huesos que chocan unos con otros.

Se cree que, cuando aparece el silbón, es porque la muerte ha venido a cobrar una víctima y que a los borrachos les succiona el ombligo tomando todo el licor que alberga su cuerpo.

A los mujeriegos los descuartiza, tomando sus huesos para ser metidos al respectivo saco que lleva a la espalda.

Y también se dice, que cuando aparece en las casas, si más de una persona lo escucha silbar no pasará nada.

Pero si no es escuchado, uno de los habitantes de la casa no volverá a despertar.

Particularidades del Mito. El Silbón

Dada la fama de esta leyenda, los copleros, comenzaron a contar el hallazgo, a través de sus “corrios”.

Destacándose el cantautor venezolano, Domingo García, quién, a través de su lírica, nos cuenta la historia, al estilo Juan Hilario y el silbón.

De un hombre que tuvo un encuentro, con el espanto llamado Juan Hilario.

Cuenta la canción, que Juan Hilario,  era un hombre parrandero y mujeriego que no creía en nada ni en nadie.

Dirigiéndose a un baile muy sonado se encuentra con un llanero caporal de una hacienda.

Que amablemte le saluda y le pregunta que para donde va. Juan le dice:

• Que para una fiesta (era el mes de mayo y llovía).

A lo que el amigo caporal le comenta:

• No vayas a la fiesta porque, es muy tarde y estamos en mayo, el mes de “el silbón”.

Mira que si te lo encuentras puedes levarte un susto.

Al escucharlo Juan Hilario, se burla y se ríe a carcajada, porque no creía en nada de eso.

Dándole la espalda, lo deja hablando sólo y nada más piensa en las muchas mujeres, que tendría la fiesta, para bailar.

Pero, cuál es su sorpresa, que mientras va cabalgando, comienza a escuchar un extraño silbido detrás de su espalda.

Asustado, apresuró el paso, pero, los silbidos se repetían y sonaban cada vez más cerca.

Hasta que se consigue de frente con el espanto y se produce una lucha entre ambos.

Quedando gravemente herido por la paliza que le dio el fantasma.

Al amanecer, unos músicos que venían de una fiesta, se percataron que Juan Hilario, estaba herido.

Salieron a ayudarlo y como era de esperarse, éste le contó, lo que le había sucedido.

Los músicos, le pusieron música a su relato y desde entonces, éste mito se convirtió en canción.

Leyenda Del Silbón Corta

El Silbón era un joven caprichoso y consentido, acostumbrado desde niño a ser complacido en casi todo.

Un día, al Silbón se le antojó comer asadura de venado (hecha con el hígado, el corazón y el pulmón del animal); su padre inmediatamente salió de cacería a buscarle un venado…

Pero he aquí que el padre tuvo una mala jornada de cacería y, tras regresar con las manos vacías, se encontró con la cólera de su hijo.

El cual se descontroló y terminó matándolo y sacándole las partes necesarias para hacer la asadura.

Después le entregó las partes a la madre, quien no sabía nada del asesinato; ésta acabó por darse cuenta de que las partes para la asadura no se ablandaban como de costumbre.

Sospechó de su hijo y avisó al abuelo. Tras descubrir el crimen, el joven fue maldecido por su abuelo y su hermano (según algunos, también por la madre).

Quienes lo ataron, les pelaron la espalda a latigazos, le frotaron ají en las heridas, lo echaron con violencia de la casa y le soltaron al perro Tureco para que lo persiga.

Versiones de la Leyenda del Silbón

Otra interesante versión de la fábula del silbón, es la de un joven que asesina a su padre, por defender a su madre. Aprecia, esta versión de la leyenda del silbón completa, a continuación:

Cierta mañana, un muchacho vio que su padre estaba golpeando a su madre, al ver a su hijo que lo miraba, intentó justificar su conducta diciendo:

– Le pegué porque se lo merece, nunca hace las cosas bien.

Eso provocó que el muchacho se enojara muchísimo y comenzara a pelear con su padre. En su desesperación por defender a su madre.

El chico cogió un palo del suelo y con éste asesinó a su padre. Mientras esto ocurría, su abuelo, quien había escuchado, maldijo a su nieto.

Diciéndole “que ningún hijo le puede arrebatar la vida a su padre”, quién lo denunció, siendo apresado, le impusieron un fuerte castigo por los actos que había cometido.

Fue amarrado a un poste y posteriormente azotado varias veces hasta que uno de los gendarmes decidió soltarlo.

Sin embargo, el abuelo que estaba viendo todo lo que acontecía, le soltó la cadena al perro y le ordenó que lo persiguiera hasta matarlo.

Se dice entonces que el alma del joven se transformó en el Silbón y que el alma de aquel, perro, lo continúa persiguiendo hasta que un día logre atraparlo.

El Silbón Leyenda Completa. Versión 2. Parte I

Muy parecida a la primera versión que te narré al principio, cuenta la leyenda que El Silbón era un muchacho mimado, que había crecido con excesos de libertad.

Que, en su adolescencia, se fue de casa simplemente porque le apetecía “ver mundo” y hacer “lo que le diera la gana”.

Fuera de casa, El Silbón llevó una vida libertina en la que las fiestas, los excesos de alcohol y el sexo desenfrenado y promiscuo estaban a la orden del día.

Como era violento, cuentan que mató a varias personas y que por ello estuvo muchas veces en prisión.

 Pero finalmente El Silbón se cansó de todos los golpes y maltratos que le costaban los excesos de su vida pendenciera y libertina, por lo cual un buen día volvió al rancho de sus padres

Y allí, pese a todas sus atroces proezas, fue recibido con alegría y afecto. Ya pasados algunos días, El Silbón invitó a su padre de cacería.

Y cuando estaban algo adentrados en el bosque después de que el muchacho guiara al padre por un buen rato, encontraron un árbol delgado y torcido que les obstaculizaba el paso.

El Silbón Leyenda Completa. Versión 2. Parte II

Surgió entonces el siguiente diálogo entre el hijo y su padre:

• Papá, ¿por qué no enderezas ese palo? Está atravesando el camino. ¿Por qué no lo enderezas?”
• ¡Ay, hijo!, ese ya no se puede enderezar, debía hacerse cuando estaba tierno, cuando estaba chiquito, ya está muy formado y crecido, ya no se puede.
• ¡Ah! Si usted sabía que las cosas torcidas se enderezan cuando están pequeñas: ¡¿por qué entonces no me enderezó cuando podía, cuando estaba a tiempo?

Usted me dejó crecer malo, torcido y caprichoso… No sabe cuánto he sufrido por eso. He tenido que matar tanta gente y sufrir tantos golpes para estar vivo ahora…

Llegado el momento, el hijo le confesó al padre que pensaba matarlo, que tenía que vengarse por todo lo que había sufrido por culpa de él.

 Así y sin darle tiempo de huir, lo agarró del cuello, lo apuñaló y le sacó las partes (hígado, corazón y pulmón) con que se hace el asado.

Después dejó el cuerpo tirado y fue a casa con las partes de su padre para que la madre hiciera un asado.

No obstante, la madre se dio cuenta del crimen, entró en ira, lo maldijo, junto al hermano y el abuelo, lo ataron, le arrancaron la piel de la espalda a latigazos, le frotaron ají.

Exiliándolo, para siempre de casa y mandaron al perro Tureco para que lo persiga, lanzándole la maldición de que sería errante y no tendría descanso pues oiría los ladridos del perro cada vez que se detuviera a descansar.

Leyenda Del Silbón Para Niños

 Erase una vez un muchacho muy malcriado y consentido, que cuando se antojaba de algo, tenían que dárselo enseguida, porque o sino el muchacho armaba unas terribles pataletas.

Cuando se hizo, joven, le dio por comer venado y como era de esperarse su padre, corrió a cazar al animalito, para que mamá, se lo preparará de inmediato.

Pero, pasaron las horas y el muchacho molesto, veía por las ventanas a ver si su padre llegaba, sin embargo, nada que venía.

Furioso salió de la casa en busca de su padre, el cual buscó y buscó y nada; hasta que a lo lejos ve la figura de un hombre cansado en extremo.

Y se le acerca, al ver las manos de su padre, que estaban vacías se le abalanzó, con mucha fuerza y lo mató, era tan malo el joven.

Que le sacó el corazón y el hígado; puso el cuerpo sin vida en un saco y se lo llevó a su madre para que le cocinara el corazón y el hígado.

Mientras la madre, le guisaba las piezas de carne, observaba como no se ablandaban y comenzó a sospechar de su hijo.

Preguntándole, reiteradas veces que había pasado de verdad, el muchacho, molestó le contó lo ocurrido.

Cuando su Madre supo del crimen, lo maldijo, lo lanzó al patio, para que los perros lo atacaran, cuando vieron que estaba muy herido, le untaron ají picante.

Como castigo y lo echaron de la casa y nunca lo volvieron a ver.

Desde entonces, se dice que el espíritu del joven, vaga por la llanura, llevando a cuesta el saco con los huesos de su padre

Silbando a su pasó, al ritmo del “Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si”.

Teniéndole mucho miedo a los perros y al ají picante.

Personajes Principales y Secundarios de 'El Silbón'

Personajes Principales

El Silbón

Algunos lo describen como: Un hombre alto, flaco, de sombrero, malcriado que ataca a los hombres borrachos y parranderos

Personajes Secundarios de El Silbón

Abuelo

No dan descripción física; hombre temperamental ya que castigó y maldijo a su nieto

Madre

Tampoco, no es descrita físicamente dentro de la leyenda; pero se presume que era en una de las versiones, una persona temerosa.

Ya que no pudo confrontar a su hijo. Sino que buscó al abuelo para que lo hiciera.

En la otra, se ve que responde con repudio y odio, por lo que había hecho su hijo.